jueves, 7 de junio de 2007

ayer?

No sé si he renunciado a mis principios, ni siquiera sé qué clase de persona soy. No había tenido ocasión de comprobarlo, circunscrito a mis historias interiores. Me telefoneó Ramón, tal vez hagamos el examen de Derecho procesal a medias. También telefoneó Mónica y no me habló muy bien de Pili. Todo esto no me importaba nada. Me apetece comprarme un disco.Hay cosas y gente que pasa por mi vida como un spot por televisión. Por alguna razón ya no pienso como antes en escribir un libro.Día lluvioso y aparentemente vacuo. No hay ni un duro en casa. Vaya. Recibo carta de Telma, me produce rechazo, se cree con algún derecho sobre mí o algo así. Luce el sol y pasó el examen, creo que puedo aprobar. Me llamó Pili y también Elena, por alguna razón no quedé con ninguna de las dos. Me enrollé durante un rato con una tal Isabel, bastante aceptable, supongo que por rutina. Suena el teléfono. Era Elena y quedé con ella dentro de un rato, supongo también que llamado por la libido. Yago ayer batió récords y se enrolló con una negra, luego con dos a la vez y antes con otra. Yo me quedé haciendo de amigo de Antonio y pasé de enrollarme con más de una. Me pareció un logro. Entre tanto, todo sigue su inercia.A menudo no me necesito más que a mí mismo para perderme. Me pierdo entre mentiras, suposiciones y olvidadas consideraciones... Me pierdo estudiando algo que posiblemente no me interesa nada, me pierdo esperando noticias de cambios imposibles. Asistí ala cita llamado por la libido y luego me sorprendió con apuntes de introspección, con su fascinación con “El Lobo Estepario” y delicadeza a la hora de besar. Me cansé no obstante del besuqueo, le falta ser bonita. Tiene 20 años y trabaja, no me cae mal, me llevaría bien con ella si nada envenena la relación. Quiero involucrarme en mí mismo, a veces me siento al borde de conseguirlo, últimamente no, me dejo arrastrar por un vacío ocupado por ficciones.Mis padres cobraron su sueldo, de ahí se derivan unos pocos días de desahogo.En realidad ya es miércoles, pasan unos segundos de la medianoche. Seguramente no es importante pero localiza una atmósfera determinada. Hay matices en ideas así, pero ahora no voy a desenmarañarlos. En unos instantes apagaré la luz. Hoy digo adiós a personas del pasado. Es un capricho.Carta de Anne, me pide honestidad, me dice que no diga lo que no siento y que no haga lo que no quiera, que vendrá en septiembre, que se pasa el 80% del tiempo escuchando mis cintas, que ella a penas compra música, tan sólo libros... Me extraña comprobar que me dejó indiferente cuando me dijo que el pasado día 26 no se suicidó por falta de medios para ello. Telefoneó Elena, desconfía y dice que me llamará el viernes. Mi mente es libre de algún modo.Hice el examen, no sé si aprobaré. El viernes salí con Elena y el sábado no ligué con ninguna nueva. Bebí demasiado y volví a naufragar en mí. Creo que me masturbaré dentro de un rato. No sé si llamará hoy Elena para salir. Sé que puedo ser muy cínico y eso me hace gracia en cierto modo.Hoy tampoco escribiré una página arrebatadora. Anoche estuve cinco horas empalmado, al final con alguna dificultad, obscenidades naturales y una ternura perfumada se mezclaban entre ella y yo. Desconfía de mí, es lógico. Hoy mi progenitor me invitó a tomar algo, bebió y se le subió, casi me dio pena. No sé qué puede esperar de la vida. Los estudios van a su ritmo, aún quedan cuatro exámenes por delante. el Barcelona también ganó la liga. No sé por qué mis preferencias van con este equipo. Algo apesta tal vez. Es bonito ver el mar.Me llamó Ramón, me dijo que Paola miró las listas y vio que yo había aprobado procesal. Me pregunto cómo es que ella conoce mi apellido... Un atentado terrorista a pocos metros de aquí. Me pregunto también qué habrá detrás del terrorismo. Supongo que necedad. Tampoco hoy escribiré una página arrebatadora. Sólo quiero terminar los exámenes de manera satisfactoria. Iré a la cocina y me tomaré un trago de “Coca-Cola”. Examen de mercantil, me huele a suspenso. Seguramente esta noche salga de marcha. Salí y Yago se enrolló con Guadalupe, una negra de 31 años y con hijos, yo opté por irme al “Ya´sta”, allí una famosilla me invitó a una cerveza y luego me fui al metro, esperando a que abriesen las puertas intercambié palabras con una puta y un moro. Hoy me llamará Elena. Ayer le di plantón a Yago y J.R., un plantón relativo ya que llegaron una hora más tarde. Llovía demasiado. Elena tiene manchas en la piel y me cansan sus besos. Sé que esto debe acabar ya. Le toqué el chocho y las tetas, ella a mí la polla. Ya vale. Se acabó. Espero seguir como amigos. La belleza me seduce demasiado, de ahí que me plantee enrollarme con Tara, una niñata bastante bonita. No sé si estoy enfermo, es joven, quince o dieciséis años, pero es de las mas bonitas que he catado. Sé que no podría ir más allá de manosearle el culo, sé que es lo que quiere, sé que le da morbo el hecho de que yo sea mayor que ella, diez años mayor tal vez. Probaré con una Lolita. Aún tengo principios, aunque algo extraños, de ahí que no me sobrepase. No podría plantearme nada con ella, no voy a repetir errores, sin embargo ejercitaré mi parte villana, con moderación, eso sí. En realidad lo que busco no es sino una compañera que me quiera dentro de nuestro ámbito de extraña libertad: la que circula por el alma, dormida y despierta.El viento sopla y trae olores y circunstancias engendradas en la dinámica del destino. He hecho demasiadas estupideces, me he enrollado con chicas que ni recuerdo por el mero hecho de hacerlo, no sé qué saco de eso, ni si me enriquece o no. No sé si podría ser fiel o no. No sé si una relación me enriquecería o me asesinaría, no se si me ataría o me liberaría.Mañana examen. Hoy sonó el teléfono, Ramón, Yago y Elena. Si sale dinero por algún lado el viernes que daría con Elena y el sábado con Tara. El mundo prosigue en su dinámica.Hice el examen, estuve gracioso y con chispa, seguramente apruebe, incluso es posible que saque nota. Tara está interesada por mí. Y yo creo que sólo la veo como una muñequita, una muñequita de caja de música, una muñequita algo perversa. Mi vida se descoyunta, ya no tengo metas ni propósitos, vegeto en mi naufragio.Llueve, el viernes salí con Elena, ya no puedo quedar más con ella, se acabó lo que podía haber en esa relación, tan sólo es posible una a mistad de trámite, de cañas. El sábado fue el turno de la niñata, me gusta que pierda el culo por mí, no quiero hacerle daño, me haré el tonto a ver si cansa o qué. El domingo fuimos a ver “el amante”, no podía haber comunicación entre los dos. Tenía referencias pésimas de mí gracias a Enrique y su novia, que si soy un cabrón con las tías y cosas por el estilo. Le pregunté entonces que por qué quedaba conmigo y me contestó que esperaba cambiarme. Diálogo de besugos, tal vez sólo quiera que un tipo con experiencia le toque las tetitas. Es bonita, con una cara de foto. Nada más.Tara me invita a verla bailar hoy. Vi bailar a Tara, baile de fin de curso o algo así. Por mucho optimismo que le ponga no le doy a esto más de una semana de duración. Un buen montón de bailarinas adolescentes tenía su morbo, niñas bonitas que empiezan a ser mujeres. Me sentía como un viejo verde. Mi sitio estaba a kilómetros de allí. Ayer estuve con Tara y Silvia un rato, me aburrí como un gilipollas así que no tardé mucho en irme y enrollarme con la primera que se cruzó en el camino. Luego me vine a casa y me puse a escuchar la banda sonora de “Betty Blue”, que me mandó Anne, la que nunca podrá ser, es una relación terapéutica. Por alguna razón durante estos días no quise escribir, tal vez el vacío ,e esté ocupando poco a poco.Supongo que me dejo deslizar por experiencias sin compromisos.Por alguna razón escribo todavía menos de lo que acostumbro, a estas alturas ya no sé por qué escribo, y menos este relato de naderías desprovistas de todo talento.El domingo me encontró Elena, me soltó una charla que llegó a darme asco. Suspendí mercantil, me compré “La Conjura de los Necios” y telefoneó Tamar. Mi vida es aburrida, triste, y lo más triste de todo es que se trata de “mi” vida, que me vincula mientras los días se suceden y el tiempo se incendia. La conciencia de lo evanescente me asalta de vez en cuando. El sábado, tras un conato de pelea en el que se metió J.R. por tontear con la novia de un individuo violento y con amigos de igual talante, nos fuimos a “La Vía Láctea”, allí estaban Elena y Aurora con unos tíos a los que enseguida abandonaron para venir con nosotros. Elena iba con falda, lo que le facilitó mucho la tarea, me abrió la cremallera, sacó mi polla al exterior y se sentó encima apartando la braga, de modo que el miembro la penetró mientras ella gemía: “qué placerrrrr...” Enseguida me la quité de encima, un embarazo, el sida y la forma en que debía perder mi extraña virginidad me empujaron a apartarla. No quise cometer una estupidez más. Al día siguiente quedé con Tara en lo que sabía que sería nuestra despedida, se va a EE.UU.. Y quería que le diese un buen repaso. Era como manosear a una “Barbie”, al menos no me estaba enrollando con una fea o una gorda de las que caían cuando mi borrachera sobrepasaba los límites de lo permisible, sólo se trataba de una niña de quince años, mi historial se cubre de gloria. Después me enrollé con una tal Eva, labios carnosos y no sé qué más, debería recuperarme pintando un cuadro o componiendo una canción, mi vida se descompone sin que nadie se dé cuenta; tal vez ni yo mismo. Podría escribir un libro (¿podría?). No lo creo, enlazar ideas con congruencia es algo que se escapa a mis posibilidades. Si algún día escribo esto modificando el contenido cambiaría las mentiras de mi vida, si algún día alguien inteligente lo leyese se escaparía por aquí mi pasado, providencialmente. Bueno, de algún modo esto tendría que ser mi ópera prima maestra. Ayer vi a Eva, la del domingo, olía a sudor y era un poco más fea de lo que recordaba. No bebí mucho pero se me subió. Hoy cambiaré la decoración de mi habitación. Ayer me enrollé con Cristina, una que conocía de no sé muy bien qué. Tenía novio pero le dio igual. Después me enrollé con su amiga. Una noche curiosa. Dormí poco y aún tengo sueño. Todavía tengo sueños. Ayer quedé con Cristina, que de algún modo hace planes conmigo, parece que nos conozcamos desde hace tiempo... pero no es más que una sensación que se disipa. Todo lo que me pasa ahora es transitorio, estoy en fase de un ... raro aprendizaje. Es agradable deslizarse por arenas suaves que no arañan mi alma. Las personas y las cosas pasarán a su manera y mi alma permanecerá, sembrada por mis ideas, desintoxicadas cada noche con la distancia que me separa de esta materialidad. Una fase está llegando a su fin para comenzar otra. El mundo prosigue en su dinámica y yo no hago nada. Supongo que seguiré bebiendo, dejando pasar este verano, deseando morir de algún modo y renacer de otro. Tal vez. Tal vez. Estoy apático y sin estímulos serios. Debiera seguir estudiando, escribir o pintar. Debiera tener talento y saber explotarlo, sin embargo me dormiría durante un periodo de tiempo aún por concretar mientras mi subconsciente trabaja en la forja de ese tipo que siempre he adivinado dentro de mí. Aún queda mucho por delante.Mi progenitor sigue empecinado en su grotesca locura y entre tanto la dinámica universal no cesa...Hoy se acaba julio y aún prosigue el ataque de locura de mi progenitor. Dentro de 24 horas tal vez esté en alicante pasándomelo bien. Pero aunque haga planes, conciba un solo proyecto, todo se reduce a la inutilidad. Ser fatalista podría ser una solución. Solución fatal. Durante los próximos días no escribiré nada. Me siento extraño, aceptaría retos. Los aceptaría por alguna razón.Una semana en la playa de San Juan, siendo testigo del deterioro y/o desintegración de la vida de mi hermano. Me sumergí en cierta bacanal de alcohol y porros, cinco horas escasas al día de sueño, comida escasa y escarceos con chicas sin demasiado éxito, sólo cuatro o cinco. J.R. y Yago follaron, yo no. Entre tanto cumplí 26 años. Pasan los días, casi vacuos, pero todos dejan su renta. Ayer salí con Tamar, el pelo corto no le queda bien, la vi más gorda y vulgar. No había nada de qué hablar.Ayer salí, me enrollé con una tía que ni tan siquiera recuerdo, bebí como de costumbre y no encontré ningún aliciente en todo ello. Luego casi me enrollo con otras dos que no estaban mal pero supe que mi vida se empobrecía y embrutecía.No escribo cartas, no hago nada salvo dormir, creo que apagaré la luz y me limitaré a pensar dormitando o dormitar pensando. Supongo que mi vida está llena de mentiras por todas partes, así me dejé llevar por impulsos absurdos. Pasan los días, acumulándose y situándome donde estoy. Sí, para qué negarlo, todavía ando desorientado, bastante, diría. Una borrachera, una vomitona y resaca... Reflexiones... dolor de cabeza, tufillo a vómito... Hastío. Cada semana tiene su domingo. Es fácil engañarse a uno mismo, muy fácil sucumbir a las mentiras, hay que tener un talante especial para mirar a la verdad de frente. Soy paradójico, inestable, perezoso, inconsciente de algún modo, cínico, estúpido e inteligente, estoy desolado, esperanzado, machacado, marcado, semi-reciclado un millón de veces y estoy silenciando aspectos. Siento cómo me recorren sensaciones e ideas y cómo no encuentro el modo de plasmarlas, las dudas, los miedos y las decisiones inconcretas me corrompen por dentro, llegando ahora hasta afuera, ellos no lo ven y yo sólo a ratos. Creo que en el fondo mi nobleza radica sólo en no querer ser como el rebaño. ¿Qué he hecho con mi vida? Siento la sombra del destino haciéndome burla por detrás y no entiendo por qué se ceba conmigo. Voy a dormir, tal vez me masturbe antes y las ideas me revoloteen por la mente que dirige mi existencia.Pasan los días y el peso de la realidad se ceba conmigo. Sigo encontrándome perdido, así que tengo que revolver en todo lo repulsivo, mugriento y oscuro que hay en mí para empezar a ser, el discurso de toda mi existencia.Tal vez escribir un diario denote enfermedad, puede que incluso sea una enfermedad en sí, interesante en cualquier caso. A través de estas páginas veo en qué consisten mis motivaciones y realidades; seguramente soy un egocéntrico que se odia lo suficiente como para no caer en el narcisismo; los demás aparecen aquí como unidimensionales, mal esbozados, despersonalizados. Los días se autoesperpentizan y un día como hoy se limita a cuatro trazos: 1- me corté el pelo; 2- tal vez salga hoy por ahí; 3- prosigue la dinámica existencial; 4- esbozo mi desencanto.Esbozo mi desencanto... Elvira estaba borracha, por eso no me costó ni cinco minutos meterle el morro, por eso no significó nada. Nada.Desolación esbozada. Olvido o reconsideración, el peso de la realidad cae sobre mí. Las decisiones tomadas y nunca plasmadas ni resueltas. Hesse decía que retorna todo lo que no se ha sufrido lo suficiente.
“Las sombras que están cayendo
son simples ángeles llamando
las sombras de la tarde dicen que algo tiene que cambiar
la forma en que vives
esta nube de oscuridad tiene que desaparecer.”
Días de extraña intensidad, pasado, presente y futuro entremezclándose. No necesito salir de esta habitación para que me estruje el alma mi enésima crisis, la misma de siempre... Veo como me alejo de todos, y de todas. Vuelvo en cierto modo a la soledad de antaño, a mi reino maltratado. Me sumergiré en la introspección, que según Hesse es la madre de la cultura y que según Gidé lo falsea todo. Tal vez la cultura sólo sea falsedad. ¿A qué aferrarse? ¿Hay que aferrarse? No sé si vale la pena una borrachera más. Según Henry Miller el individuo que escribe un diario lo hace para falsear la realidad. Ignoro cuál es el valor de mi diario. Aquí despotrico contra el mundo y contra lo que se cruza; terapéutica del delirio. Tres días de borrachera me depositan en este domingo.Todavía no sé la nota de mi examen de administrativo, más que nada me angustia pensar en el dinero que me costará la matrícula el próximo curso. Carta de Rosa, una carta tan tonta y vacía como las demás. Atisbo, esbozo.Telefoneó Yago, me contó un poco cómo les fue en Logroño y pretendía que el viernes quedásemos con Araceli y compañía, una idea que no me atrae y de la que posiblemente me desmarque. Suspendí mi examen de derecho administrativo y se complican las cosas.Me matriculé, de manera provisional, con esa incómoda sensación de siempre. Carta de Telma a la que tendría que contestar y escribirle alguna al necio de mi hermano. Anoche cayó otra. A cuántas me habré enrollado hasta ahora. Ni lo sé, de muchas ya ni me acuerdo y no sé qué me aporta eso. Llega el fin de semana, me emborracho y me doy el lote con la víctima o afortunada del momento. Supongo que hoy se repetirá la historia, de modo que mis palabras pierden valor.Lo sabía, esta noche era el turno de Cristina, otra gorda, ya la conocía hace tiempo, soy un cínico y no tengo remordimientos. Me enrollé con ella sin molestarme en buscar a otra que estuviese mejor, por alguna razón no me dio asco, ¿la costumbre? Dormiré un poco.Mañana comienza el curso. Vaya. Maltrato mi cuerpo, muchas de las tipas con que me relaciono son historia a partir de hoy por decisión unilateral y supongo que irrevocable. Ya he hecho demasiadas tonterías. Supongo que habrá alguna chica con la que pueda mantener alguna relación “adulta”. Recuerdo tragedias de mi trayectoria: desahucios, hambre, noche paterna en el calabozo de comisaría, incendios provocados por enemigos, miseria, vergüenzas, violencias... Estoy borrando cintas, algunas llenas de significado.Hoy salió el sol. Este mundo está lleno de tristeza, expresa o tácita. La NASA busca señales de vida en el universo, vida... La vida era esto pero tal vez se esconda detrás de todos los pliegues cotidianos. Empieza el frío. Llevo 48 horas sin afeitarme. He vuelto a masturbarme. Repaso mis páginas anteriores, de seis años atrás, evolución personal y de devenir. De algún modo maté a mis padres para parirme yo mismo. Tendría que independizarme. Ya han puesto la calefacción, aumenta la contaminación del planeta.La soledad es una pistola que puedo utilizar, contra los demás o contra mí. Atravieso mi enésima crisis ética y estética. Se acerca otro fin de semana. Ahora mi progenitor anuncia que nos “abandona” a primero de mes.El viernes opté por no salir y me tomé una jornada de reflexión. Ayer sí, me enrollé con una conocida y la acompañé hasta la boca del metro. Poco más. Cambiaré la decoración de mi carpeta.Carta de Anne, no le van demasiado bien las cosas con Pete y un resorte en su psicología la empuja hacia mí. Me cansa ya esta historia. Me apunté a la orla de fin de carrera. Nadie conoce mis mudos silencios. Puede que me masturbe en el W.C. dentro de un rato.Fin de semana para el olvido. Me encontré con Elena. Pornografía en la calle, suicidio terapéutico de alcohol y olvido. Reflexión y revolución. Soy un neurótico. En cierto modo tengo miedo a provocar acontecimientos, tengo miedo al miedo. En la calle anoche me limité a ser espectador del teatro de la mediocridad. Una siesta no me sentaría nada mal.Me pierdo luchando por mi dudosa independencia, por mi dudosa personalidad, por mi dudosa existencia... ¿Y bien? Coloco cabalmente las cosas según un orden fulminante. Y también a las personas.Anoche tuve ocasión de comprobar cómo se desintegran mis principios y mi mundo... Metí la pata con Emma, y la metí puede que con alevosía... De algún modo, sin embargo, pareció entenderme. Ya me hice las fotos para la orla de fin de carrera, tuve el éxito del simpático. Era como... popular. Algo apestaba. Sólo falta saber cómo salí en las fotos. Entre cervezas pasó el día y por la noche me enrollé con una tal Conchi. Nada. Camino hacia ningún lado. El acontecer sigue con su dialéctica.Seguramente ya no creo demasiado en mí, es como si hubiese perdido mi sombra, tal vez como si nunca la hubiese tenido, como si el proceso de desintegración personal fuese ya irremisible... No encuentro ideas geniales que plasmar. Ni modos. Me quedo tumbado en la cama escuchando alguna de mis cassettes. Mi hermano sigue dando problemas. Nada que reseñar sobre anoche. No sé por qué coño escribo un diario. Yo no escribiré “La Náusea” ni “El Extranjero”. Es fácil escribir palabras para tapar vacíos sin el compromiso de la verdad.Una mañana hueca en la facultad. Cocido para comer y Robert se echó demasiado tomate frito... Una siesta de hora y media. Me grabo canciones. Me siento frío, sarcástico, sobrepasando el existencialismo. Desapasionamiento. La gente me resbala, tal vez sólo la personas que no me interesan. El pasado no existe. Escribo un diario sin pasión, sin arte ni parte. Una noche hueca como otras tantas. Engendro ideas que aún no concreto. Puede que este año no esté resultando intenso pero el eterno diario se está empobreciendo. Creo que necesitaba una colección de errores. Una extraña paradoja de empobrecimiento y enriquecimiento simultáneo.Hace más de media hora que debía estar en una cita pero no fui. No me cuido, no trabajo en mí lo suficiente, apenas existo. Me inventé una tal Beatriz que me libre de mis amigos cuando me interese, que a partir de ahora tal vez sea a menudo. Imagino revoluciones, más o menos insensatas.Algunas ideas siguen dando vueltas en mi cabeza, no sé con qué fundamentos, estoy engendrando algo, tal vez un monstruo. Abstracciones sin pormenorizar por el momento. Estuve con Emma un rato, tal vez no le caigo tan mal, incluso es posible que... Mañana insulsa, clase de filosofía del derecho y bocadillo de tortilla, Jose me trajo en coche hasta el metro. Cuando me emborracho soy más irónico conmigo que en estado de sobriedad, si alguna vez he conocido tal estado.No fui a clase, no salí esta noche, la distancia respecto a mis amigos se hace cada vez más grande. Creo que no me importa demasiado. No sé a lo que aspiro.Apagaré la luz y tal vez piense.Ya no merece la pena decir verdades sobre el hombre porque tal vez sean mentira, como esta. No sé si voy a convertirme en un patético conquistador compulsivo. No sé si me gusta o me disgusta. Estoy escarmentado de esperanzas. Pero la culpa de eso es mía. Estoy escarmentado de mis predicciones. También mi culpa. Sólo intento hacer que mi vida merezca la pena pero eso se ha convertido en una especie de condena.Es fácil escribir mentiras, la mentira es un extraño instrumento, pero no miento al reconocer que este último año sólo he escrito basura, acontecimientos más variados pero calidad nula. Todo son silencios. No escarbo en las palabras. Datos irrelevantes. Sigo buscando la importancia de las cosas.Espero no coger una borrachera excesiva. Tal vez hoy encuentre a la mujer de mi vida. Si tampoco aparece hoy me voy a traumar. Juego con las ideas, nada más. Todo se difumina, sigo recibiendo cartas, y contestando a las mismas, pero... no sé, la vida se está convirtiendo en un trámite. Yo qué sé. Pintaría un cuadro de mi pasado y lo colgaría en el sótano de mi reino.Me siento extraño, no me reconozco, como si mis formulaciones mentales hubiesen desvariado tanto que la realidad ya no exista... Sí quedé con Sofía, fuimos al “Sofidú” a ver un par de exposiciones, luego a tomar algo al “Hotel California” y “Al paso”, hablamos bastante, nos besamos lo suficiente y espero que el sábado no me invite a no sé qué fiesta del champán, tendré que ir preparando una excusa. Esta noche es Nochebuena.Mis borracheras no me proporcionan más perspectiva que la del olvido, mi identidad se desintegra pese a no ser más que una sombra extraña de espectros solidificados, mi trayectoria me sitúa aquí. Cuántas tetas habré tocado, cuántas satisfacciones no puedo anotar.Los dueños del piso acosan. Lógicamente. mi progenitor ha malversado 70.000 pesetas, hundiéndonos aún más. Oigo las carcajadas del destino.Sofía me invitó a ir mañana a su casa. Miro al futuro con ojos fijos y algo perdidos, miro al pasado y derramo tres lágrimas, miro al presente y me río. Estoy tentado a asesinar símbolos, asesinar deseos y cebar otros, llorar y vomitar, resucitar y triunfar, la victoria real. Es fácil caer y más difícil levantarse, las teorías pesimistas huelen más a realidad, a mierda fresca y moldeable. Soy un tipo raro, debería dormir un poco pero supongo que no lo haré y me perderé en el frenesí de la nadería. Sucumbo sin rubor y sin perdón.La noche del viernes no trajo nada en especial, trotar pegando patadas a papeleras y chorradas por el estilo. Estoy harto de mis presuntos amigos, estoy solo desde que Pepito Grillo se quedó a un lado, con el contenido de mi más tierna infancia.Puede que ya no quiera pintar un cuadro, ni escribir una canción, ni tener un grupo musical. Es raro el mundo de la mera posibilidad. Búsquedas tristes y tristezas tras las búsquedas. Ahora debo estudiar, escupir mi estupidez y tomar decisiones. Me encogería en postura fetal y me abrazaría cayendo por mis sueños, por la ideas que bañan mi mente, por las referencias que acarician mi alma, por las imágenes que me han transportado a raras esencias ocultas en mí. Tengo miedo, miedo relativo, el destino burlón ha jugado demasiadas veces conmigo, ha derribado tantas veces los muros de mi reino que cada reconstrucción es un ejercicio de escepticismo.El viernes salí de casa a por una enésima borrachera que adormilase alguna de mis tormentas y despertase perspectivas desde el camino de la autodestrucción... Tal vez alguna chica más que añadir a esa lista que no sé cómo calificar. Una tal Lola estuvo a punto de caer pero no forcé la máquina y me alegro, después apareció Ana, que dejo a su chico a un lado para venir a darse “el palo” conmigo, me entretuve con sus tetas y su culo, me resultaba gracioso enrollarme con una tía que me sacaba algo más de una cabeza. Al día siguiente Emma me sacó del hoyo, mi dinámica era la de autodestrucción y distanciamiento... Podía haber llamado a cualquier otra pero la llamé a ella y respondió. Quedamos en “Revólver” y pese a una incertidumbre inicial nos enrollamos, con una ternura inhabitual. Tiene algo especial que me seduce. La cosa funcionó y quedamos el domingo, he encontrado a la mujer de mi vida. Voy a concluir la “Camisa de fuerza hecha a la medida”. Ya.“Quería tan solo intentar vivir lo que tendía a brotar de mí. ¿Por qué había de resultarme tan difícil?”. Hermann Hesse.

No hay comentarios: